Midlife crisis
…y como si la poesía escrita le importase a alguien.
(Juan Ramón Jiménez, “Vida”)
Dicen leo escucho de quién la voz
no lo sé acaso un físico presumido
un as de la cosmología el muy joven
matemático desde niño perseguidor
de metafísicas y paciente de diarrea
metafórica, uno de esos huérfanos
de einstein devotos de newton kepler
galileo, sin casi emoción lo anuncian,
el sol está en crisis, dicen, midlife crisis,
pastos envenenados y fuertes caballos
[ciegos] que se niegan, que ícaro no es
más que una rima, no es imprescindible
el dios que a diario se invoca, y son meras
figuras literarias los dioses creadores,
con creciente dificultad respiran cuerpos
no identificados lunas y galaxias ciertos
anillos de saturno tontos allí arriba
por el insólito peso de la gravedad,
¿y dios, qué? cometas que con sus largas
colas fluorescentes dibujan en nuestro
cielo margaritas negras y pálidas amapolas
que se confunden a veces con elementos
enigmáticos como sonrisas y lágrimas
de huérfanos y viejos hombres solitarios
o que hay miles de tribus postradas
en perpetua adoración junto a cabezas
de niños y cuerpos vírgenes goteando
sangre y purulencia por inocencia y dolor
de ausencias irrecuperables, nada cambia,
nuestra estrella máxima padece
crisis astral, pero allí sigue —
y no es para menos, cuatro o cinco
mil millones de años, dice el experto,
más que con palabras con el índice
amarillo de fumador inveterado,
sílabas enigmáticas (¿será inglés?)
ojos fuera de órbita, millones de años
alumbrando sin parar a sabiendas de que
(según tenebrosos cálculos) no pasará
de otros cuatro mil, quizás cuatro
y medio o cinco, carajo de estrella
que ni el propio sexo lo tiene claro,
depende del idioma, en las lenguas del sur
es macho, salvaje, fogoso, todo un dios,
y para los del norte hembra, o peor aún
neutral, sin sexo definido, the sun!
—y eso, compadre, ¿no le da que pensar?
—hum, lo mejor… es no hacer nada
pues nada veremos
y ya nada seremos.
{de “Modulaciones en sol menor”,© text@music, 2014}